A veces el Universo nos deja ver imágenes espectaculares, tales que parecen estar pintadas por un profesional de lo onírico que plasma en un lienzo aquello que puede ver en sus sueños. Algo así podemos ver si nos acercamos al interior de la constelación Casiopea.
Esta agrupación de estrellas es una de las mas fáciles de vislumbrar en el cielo de otoño gracias a la característica forma de “W” que forman sus cinco astros mas brillantes: β Cas, α Cas, γ Cas, δ Cas y ε Cas; es mas, esta constelación es circumpolar boreal, es decir, siempre visible desde cualquier punto por encima del horizonte septentrional a partir de 45º de latitud norte, latitud de ciudades como Londres o Berlín.
En el centro de la “W” esta situada la estrella γ “Gamma” Casiopea, posiblemente la más importante de toda la constelación, capaz de rotar a 300 kms por segundo. También llamada Tsih y situada a 600 años luz del Sistema Solar, esta subgigante de color azul es capaz de brillar 70.000 veces mas que el Sol, siendo en su máxima intensidad la estrella mas brillante de toda la agrupación. Bajo la influencia de la radiación ultravioleta ionizante que desprende, es capaz de formar las nebulosas IC 59 e IC 63 a 3-4 años luz de distancia, creando una imagen espectacular:
A la derecha se encuentra la nebulosa IC 63, dominada por la luz H-alfa roja que emite a medida que los átomos de hidrogeno ionizados se mezclan con electrones. Mas alejada a la izquierda está IC 59, de color azul característico de la luz estelar reflejada por el polvo.
Imágenes tan espectrales como esta que pasan desapercibidas para el ojo humano nos dejan ver las maravillas cósmicas que, a día de hoy, suceden en nuestro Universo.
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